Thursday, August 27, 2015

Sí, así es como realmente se vería el cielo de noche si no hubiera contaminación de luz artificial. Es sorprendente.

Rio de Janeiro sin contaminación de luz artificial. Neronexus. Imgur.com [1]
Cuando era niño miraba las estrellas con la misma admiración que lo hago ahora. Desde la azotea de mi casa, buscaba la estrella polar y con suerte me encontraba con uno que otro planeta. Hace 20 años no había tantas, pero eran más que las que puedo contar hoy en día.

De la misma manera que lo hacen a mi, las estrellas han desatado la imaginación humana. Religiones, mitos, leyendas y anhelos vienen de mirar arriba de noche. El cinturón de orion, por ejemplo, ¿sabías que fueron la inspiración para los tres reyes magos? Ese mismo manto de estrellas se ve desde todas partes del mundo. La tierra gira alrededor del sol y sobre su eje. La percepción de las constelaciones y el sol cuentan historias también. No es un misterio que muchas leyendas alrededor del mundo sean similares.

Platon, Aristoteles, Isaac Newton. Todos ellos tuvieron la oportunidad de mirar a las estrellas y desafiar lo establecido. En donde domina la razón, el poder del hombre tiembla.

Como historia humana, las estrellas fueron nuestra primer admiración y hoy muy pocos tienen la dicha de verlas como hace solo 50 años.

Le preguntaba a mis papás como era la noche cuando ellos eran niños: majestuosa. "Se iba la luz por la noche, y mi mamá (mi abuela) nos mandaba a comprar petróleo para las lamparas. Entonces veíamos tantas estrellas que ni podíamos contar."

Esta situación ha cambiado. Hoy en día, desde el mismo lugar donde mi mamá veía una inmensidad iluminada naturalmente, hoy puedo contar estrellas en medio de un manto negro.

Como humanos, hemos hecho grandes avances morales en el cuidado del planeta y la sana convivencia. Hablamos de contaminación ambiental, protegemos los bosques y no tiramos basura para proteger los mares y a quienes lo habitan. México es de los primeros países en vías de desarrollo en comprometerse a reducir las emisiones de CO2. Hablamos del sufrimiento de los animales y nos abstenemos de comer carne. Cuidamos del necesitado y buscamos la manera de establecer sociedad más justas. Hablamos de contaminación auditiva mientras embellecemos nuestras calles y parques.

Sin embargo, hay un tipo de contaminación que pasa desapercibida: contaminación de luz artificial. Este tipo de contaminación es causada por nuestra necesidad de sentirnos seguros. Por nuestros hábitos de consumo que nos llevan a crear "ciudades que nunca duermen". Nuestras comodidades y complejos nos han alejado de una belleza natural que se encargó de forjar quienes somos ahora.

Todo este tipo de iluminación nos lleva a que los cielos se tornen negros en lugar de azules e inspiradores. Calles iluminadas, edificios de colores exhorbitantes, luces neon y lamparas especialmente diseñadas para resaltar monumentos. Todo esto es hermoso, pero nos estamos negando el derecho a la noche con estrellas. Si Platon, Aristoteles e Isaac Newton soñaron y cambiaron el mundo volteando a las estrellas, entonces nos estamos negando este derecho [2].

Es entendible que la luz sea una comodidad que trae más beneficios que externalidades negativas, pero mucho del uso de la luz es desmesurado e innecesario. Por ejemplo, en ciudades grandes con rascacielos para oficinas, pisos enteros mantienen sus luces encendidas por la noche aunque no haya nadie dentro. La publicidad simplemente no tiene un bien utilitario; ¿realmente necesitamos saber donde hay un McDonalds a las 12 de la noche cuando tenemos teléfonos celulares? Incluso mucho del alumbrado publico se desperdicia en calles solitarias. Paulatinamente vamos perdiendo ésta belleza natural.

La escala de Bortle mide la cantidad de iluminación de un lugar y su efecto
en la visualización de las estrellas. [3]
El primer paso para recuperar la noche es tomar conciencia. Volver a amar las estrellas como se hizo anteriormente. Darle una oportunidad a soñar en diferentes formas de vida e historias. Es por eso que te invito a que salgas de tu casa y mires el cielo. Negro, ¿huh? ¿Por qué no sales de la ciudad y te alejas de toda esa iluminación artificial a la que estás acostumbrado? Dale una checada a este mapa que te muestra desde donde se pueden ver mejor las estrellas: https://djlorenz.github.io/astronomy/lp2006/overlay/dark.html [4].

Las estrellas están ahí, pero nosotros las hemos cubierto con un manto de iluminación excesiva. Lo que anteriormente nos hizo soñar y dar pasos adelante se nos ha sido arrebatado por prejuicios y consumo sin control. ¿Cuánta luz es necesaria para sentirnos seguros? ¿Realmente necesitamos esa luz encendida? ¿Cuánta iluminación es necesaria? Nos estamos negando el derecho a la noche con estrellas.

Referencias:
[1]. http://imgur.com/gallery/Yrb9S
[2]. Nocturne es un podcast dedicado a mostrar que es lo que pasa mientras duermas, cuando la oscuridad se roba las calles. En el episodio 7 (The Vanishing Dark), Vanessa Lowe, la productora y narradora, expone el problema de la contaminación de luz artificial en las sociedades modernas: http://www.nocturnepodcast.org/ep-7-the-vanishing-dark/
[3]. https://en.wikipedia.org/wiki/Bortle_scale
[4]. Light Pollution Atlas 2006: http://djlorenz.github.io/astronomy/lp2006/




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